La compañía mexicana CEMEX renueva su identidad dentro de un rebranding global.
El cambio tiene como objetivo ofrecer una identidad visual «más fresca, cercana y dinámica», pero sin perder elementos clave del legado de la empresa y su historia de 117 años, según explican en el comunicado.
"Nuestra marca actualizada es más fresca y dinámica, al tiempo que mantiene los elementos clave de nuestro legado y la histórica trayectoria de 117 años", indicó en su cuenta de Twitter el directivo.
Fernando González añadió que el equipo que integra Cemex está comprometido a colaborar con sus clientes, proveedores y socios a lo largo de la cadena de valor de la construcción para encabezar la transición de la industria hacia la innovación, la digitalización y la sustentabilidad.
El nuevo logotipo de la cementera presenta una identidad visual más fresca, cercana y dinámica, al tiempo que mantiene elementos clave del legado de la empresa y su historia de 117 años. Además, refleja varios cambios transformadores que la empresa ha experimentado en los últimos años para estar a la vanguardia de la industria de materiales de construcción, con el objetivo de encabezar la transición de la industria hacia la innovación, la digitalización y, sobre todo, la sostenibilidad.
Los orígenes de CEMEX se remontan a 1906, año en el que fue fundada en Monterrey, con la apertura de la planta de Cementos Hidalgo. La empresa fue creciendo y superando baches, como los convulsos años políticos del México de inicios de siglo XX, incluso llegando a cerrar su planta durante un lapso de la Revolución Mexicana.
En la década de los años 80, CEMEX comienza a utilizar en su identidad un distintivo formado por dos franjas diagonales: una en azul y otra en rojo. Esas dos bandas de color iban acompañadas de una tipografía muy peculiar, ya que, según se comentaba, estaba basada en grecas prehispánicas. Un estilo que a su vez recuerda el logotipo de PEMEX, diseñado por Gonzalo Tassier.
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